Un viejo adagio dice “…Hecha la ley, hecha la trampa.” Y si bien sabemos que las grandes corporaciones se esmeran en maximizar sus condiciones de seguridad, al mismo tiempo la piratería crece casi en igual proporción. Alguna mente perversa fabrica un virus 4. Y otra mente, igual de perversa, saca al mercado la vacuna. ¿O era la misma mente? En fin, debates aparte, lo cierto es que cuando haces algo ilegal, debes asumir las consecuencias. Eso es lo que hacen las personas de bien.
Y no digo que este no sea el caso, pero es que cuando nos enteramos que Matthew Crippen, un estudiante californiano, fue arrestado por “modificar” consolas de videojuegos para que admitieran versiones piratas de los juegos más populares, no podemos menos que pensar: “¿qué esperabas?”.
Lo cierto es que este joven, que ahora se encuentra en libertad bajo fianza de 5,000 dólares, enfrenta cargos por violación de copyright debido a su “negocio” bien montado de modificación de consolas. Xbox 360, Wii y Playstation I, II y III sufrieron sus maniobras fraudulentas y los inescrupulosos usuarios que pagaron por estos servicios, se vieron beneficiados con el hecho de no tener que adquirir juegos originales (todos sabemos el alto precio que hay que pagar por ellos).
La pena de prisión podría alcanzar los 10 años y la detección del ilícito ha sido posible por el trabajo de inteligencia llevado a cabo por el Departamento de Inmigración y Servicios de Seguridad de los Estados Unidos.
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